Proyecto de investigación en Boulder Creek: ¡todos estamos conectados!

Miscelánea

  Junio del 2019

Por Yolanda Príncipe

Una innovadora investigación sobre la interconexión entre la conciencia humana y los sistemas energéticos de la Tierra, y entre las personas y otros sistemas vivos, está realizando el Instituto de Heart Math (HM).

En mayo tuve la oportunidad de visitar las instalaciones de Heart Math en Boulder Creek, California, en donde se ubica uno de los Sistemas de Monitoreo de la Coherencia Global (GCMS). Este sistema utiliza tecnología de punta para observar cambios en el campo magnético de la tierra, y según lo planificado habrá alrededor de una docena de sitios de sensores en la red mundial de magnetómetros GCMS.

Desde 2015, los sitios de sensores operan todo el día en seis ubicaciones, Boulder Creek, California; Hofuf, Arabia Saudita; Alberta, Canadá; Baisogala, Lituania; Región Norte de Nueva Zelanda; y Kwazulu Natal, Sudáfrica. Los estudios de esta red arrojan evidencia de que los campos magnéticos de la Tierra ayudan a sincronizar, energizar y apoyar la interconexión de todos los sistemas vivos.

Según los estudiosos del tema, hasta ahora la ciencia solo ha abordado de manera superficial los muchos beneficios que se derivarán del próximo nivel de conciencia que alentará nuestra interconectividad con los demás, con los animales, los árboles y la naturaleza.

Por lo pronto, los sensores GCMS rastrean los cambios en la actividad geomagnética causados por las tormentas solares, los cambios en la velocidad del viento solar, la interrupción de las resonancias de Schumann (SR, conjunto de espectros o frecuencias electromagnéticas extremadamente bajas de la Tierra, que vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos) y, potencialmente, la relación entre algunos de los principales eventos mundiales y el componente emocional.

¿El resultado?

Está establecido que las frecuencias de resonancia en los diversos campos magnéticos de la tierra se superponen con las del cerebro humano, el sistema cardiovascular y el sistema nervioso autónomo. De esta manera, numerosos ritmos fisiológicos en humanos y comportamientos colectivos globales están sincronizados con la actividad solar y geomagnética.

Los estudios arrojan que las interrupciones en estos campos puedan crear efectos adversos en la salud y el comportamiento humanos. Una alteración al campo magnético de la Tierra provocaría trastornos del sueño, confusión mental, falta de energía inusual o sensación de estar abrumado sin razón aparente. Y ahora el Instituto de HM quiere ir un paso más allá: investigar si los cambios en los campos magnéticos de la Tierra ocurren antes de catástrofes naturales como terremotos, erupciones volcánicas y eventos humanos como disturbios sociales y ataques terroristas.

La importancia de las emociones

Hasta el momento se han enumerado al menos cuatro hipótesis globales de coherencia global que guían la investigación colaborativa en curso. Estas son:

  • el campo magnético de la tierra es un portador de información biológicamente relevante que conecta a todos los sistemas vivos;

  • la salud humana y animal, las funciones cognitivas, las emociones y el comportamiento se ven afectados por los campos magnéticos solares, geomagnéticos y otros relacionados con la Tierra;

  • la conciencia humana colectiva afecta al campo de la información global. Por lo tanto, un gran número de personas que crean estados de cuidado, amor y compasión centrados en el corazón generarán un entorno de campo más coherente que puede beneficiar a otros y ayudar a compensar las discordias y las incoherencias planetarias actuales;

  • cada persona afecta el campo de información global.

En resumen, las emociones y la conciencia humanas interactúan y codifican la información en el campo geomagnético y esta información se distribuye a nivel mundial.

La comunidad científica está comenzando a apreciar y comprender a un nivel más profundo cómo todos estamos interconectados y afectados por los campos magnéticos generados por el sol y la tierra. Los estudiosos del tema creen que hay un circuito de retroalimentación entre los seres humanos y los sistemas energéticos/magnéticos de la tierra.

En esencia, sugieren que esta información codificada se comunica de manera no local entre personas a nivel subconsciente, vinculando a todos los sistemas vivos. Los campos magnéticos actúan como ondas portadoras para esta información, que puede influir positiva o negativamente en todos los sistemas vivientes. Cada célula de nuestro cuerpo posee fuerzas magnéticas invisibles y fluctuantes. Los ritmos y comportamientos fisiológicos humanos están sincronizados con la actividad solar y geomagnética, por lo que las fluctuaciones en los campos magnéticos de la tierra y el sol pueden afectar virtualmente todos los circuitos en humanos y cualquier sistema biológico.

En consecuencia, las interrupciones en estos campos podrían afectar negativamente la salud y el comportamiento humanos.

Además, los cambios en la intensidad de la actividad geomagnética y las resonancias de Schumann­ parecen alterar las respuestas de ondas cerebrales y neurohormonales dado que el cerebro es un órgano electromagnético extremadamente sensible.

También se ha demostrado que los cambios en el campo magnético de la tierra afectan los ritmos del corazón humano y se han asociado con, al menos, los siguientes factores:

  • cambios en la actividad cerebral y del sistema nervioso;

  • desempeño atlético, memoria y otras tareas;

  • síntesis de nutrientes en plantas y algas;

  • número de infracciones y accidentes de tráfico denunciados;

  • mortalidad por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares;

  • incidencia de depresión y suicidio.

De comprobarse esta hipótesis, las perspectivas son excepcionales. Los seres humanos tendríamos la posibilidad de aprender de errores pasados y elegir conscientemente nuevas formas de navegar por estos grandes flujos de energía, con el fin de crear períodos de florecimiento humano y avances humanitarios.

Cuando colapsan las estructuras obsoletas, esas que no sirven a la humanidad, se abre una oportunidad para modelos más adecuados y sostenibles. Tal cambio positivo puede afectar los sistemas políticos, económicos, médicos y educativos, y las relaciones de las personas en sus lugares de trabajo, hogares y comunidades. En resumen: cada uno de nosotros afectamos negativa o positivamente el campo de información global. Hoy, ¿qué emociones, actitudes y formas de ser te gustaría aportar al campo electromagnético de tu entorno y al campo de información global…? ¿Amor? ¿Gratitud? ¿Tolerancia? ¿Inclusión? ¿Esperanza?

En mi caso, tener la oportunidad de visitar las instalaciones del Instituto de Heart Math y aprender sobre su investigación me recuerda cuán importante es estar atenta a las emociones y actitudes que aporto al campo electromagnético. En los próximos meses compartiré este conocimiento y técnicas con los colaboradores de Knotion, y también con alumnos, coaches, padres de familia y personal de los colegios.

Parte el contenido de este texto fue extraído de la página https://www.heartmath.com/es/, con autorización expresa de los autores y/o administradores de la información.
Este contenido refleja la opinión del autor. Knotion no necesariamente apoya, toma partido o se compromete ante dichas opiniones.

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