Somos Knotion: Instituto Rosner nos comparte su huella

Somos Knotion

  Junio del 2019

Me di cuenta de que si se puede cambiar un salón de clases,
se puede cambiar una comunidad, y si se puede cambiar
suficientes comunidades, se puede cambiar al mundo.
Erin Gruwell

Por Rosy Mischne

Este es el segundo año en el que estamos trabajando con Knotion en la escuela, y cada vez se hace más evidente el impacto positivo que este sistema genera en alumnos, profesores y padres de familia. Cada reto nos hace crecer, ya que nos empuja a reflexionar y tomar acciones para hacer de nuestra comunidad un lugar mejor y formar a niños y jóvenes que prioricen los valores y el respeto hacia el mundo que los rodea.

Hemos realizado muchas actividades, pero hay una en especial que dejó una huella muy profunda en nuestra escuela. Es la que nos gustaría compartir con ustedes.

Todo empezó cuando se decidió hacer la actividad de emprendedores y logramos juntarla con el Reto 5, de Productividad y Economía. La pregunta detonadora era: ¿cómo puedo promover el comercio justo en mi comunidad? Durante el reto los alumnos crearon sus propios productos, los que después se pusieron a la venta en una kermés a la que fueron invitados los padres de familia.

Para nosotros fue impresionante ver la creatividad y esfuerzo que pusieron los alumnos al momento de crear sus productos, y cómo se tomaron en serio su papel de vendedores. Hubo mermeladas hechas en casa, alcancías de papel maché, floreros hechos con material reciclado, pinturas y juguetes de madera. La venta fue un éxito, y los alumnos se sintieron muy orgullosos del trabajo hecho al ver que los invitados compraban todo lo que habían generado.

Tras la kermés se contactó a una casa-hogar ubicada en el mismo pueblo donde se encuentra la escuela. En este lugar un padre se dedica a cuidar a jóvenes y adultos que han sido abandonados por sus familias a causa de tener algún tipo de discapacidad. Con el dinero recaudado se compraron diferentes artículos que se necesitaban en ese lugar, desde jabón para ropa hasta calcetines. El padre y algunas de las personas que viven ahí fueron a la escuela para que los alumnos les entregaran el donativo.

Fue un momento mágico para todos ellos: los alumnos pudieron ver de manera tangible cómo los productos que crearon llegaron a la meta de ayudar a hacer de nuestro mundo un mejor lugar para vivir. Todos comentaron que sentían “bonito” por haber ayudado con su trabajo y esfuerzo a personas menos afortunadas.

En ese momento me di cuenta: Knotion es el camino correcto que, como escuela, debemos seguir para formar adultos que se preocupen y ocupen en mejorar el mundo que los rodea.

Es impresionante ver cómo, en nuestra escuela, Knotion impacta de manera positiva no solo a los alumnos de Primaria y Secundaria que trabajan con el sistema. Nuestros alumnos de Preparatoria también participaron en esta actividad, creando jabones para venderlos y así formar parte de esta gran experiencia.

Queremos agradecer a todos quienes son parte de Knotion por darnos las herramientas para mejorar la manera en la que estamos educando a nuestros niños y poder hacer de ellos personas más integrales, honestas y comprometidas con su mundo.

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